Escenarios de seguridad y defensa: el debate urgente (primera parte)

“Nadie comienza una guerra -o, ciertamente, nadie en sus cinco sentidos se atrevería a hacerlo- sin primero tener claro en su mente qué busca lograr con dicha guerra y cómo piensa conducirla.”

Carl von Clausewitz, Vom Kriege.

 

En un reciente artículo del Doctor Javier Oliva Posada, éste argumentaba sobre la necesidad de que el país emprenda un debate serio y profundo sobre el futuro de sus fuerzas armadas. La creciente amplitud de misiones -decía el analista- tendrá que ser correspondida con una definición clara de qué esperan los mexicanos de su Ejército, Fuerza Aérea y Marina rumbo al siglo XXI.

Desde mi perspectiva, no creo que exista un debate más necesario y urgente que éste, al menos en lo que hace al estamento de seguridad y defensa en México.

Incluso, me atrevo a pensar que postergar este debate tendrá un efecto desestabilizador no menor, en la medida en que los retos a la seguridad y la defensa seguirían evolucionado a un ritmo inversamente proporcional a la capacidad del Estado Mexicano de enfrentarlos.

Por ello, habría que preguntarnos qué escenarios locales, regionales y globales, en los cuatro campos del poder, tendrán un impacto decisivo en nuestra nación y su futuro.

La reciente Conferencia de Seguridad de Múnich, en Alemania -en la que por cierto México tuvo presencia- es un claro ejemplo de cómo un ejercicio de verdadera imaginación estratégica debe realizarse: abierto, incluyente y crítico, incluso provocando el choque de ideas entre actores antagónicos.

“Debatir puede doler, pero eso es precisamente lo que buscamos”, decía un organizador de la Conferencia.

Lo mismo se habló de la “crisis de la democracia en Occidente, o Westlessness”, como de la “autonomía estratégica de Europa” o el cada vez mayor papel de las amenazas asimétricas en la definición de la agenda de seguridad global (desde la migración forzada, las pandemias o el cambio climático).

Si hay algo cierto en este inicio de siglo, es que los Estados han de preparase no para un “escenario plausible” sino para varios escenarios paralelos, a caso convergentes, que lo mismo demandarán capacidades convencionales que híbridas.

Y eso es precisamente lo que preocupa en México: no existe un debate serio, abierto y sistemático que tome en cuenta todas estas variables sociales, políticas, económico-tecnológicas y militares; mucho menos el tipo de fuerzas de seguridad y defensa que debemos diseñar NO PARA EL PRESENTE SINO PARA EL FUTURO.

Reconozco que existen foros o simposios donde, si algo queda claro, es que no estamos preparados para el futuro.

Pero dichos foros se quedan cortos en incidir directamente en la política pública, la formulación de estrategias o, menos aun, en el diseño de medios y capacidades (diseño de fuerza).

Esa es la gran diferencia entre naciones que se toman en serio el debate sobre el futuro de sus estamentos de seguridad y defensa (como el caso de la Conferencia de Múnich y muchas otras en Europa o Asia) y México, donde seguimos construyendo soluciones cortoplacistas, basadas más en la coyuntura política y sin visión de Estado.

Algunas de las preguntas que pudieran/debieran guiar esta conversación, serían…

¿Qué papel jugará la migración forzada, mayormente centroamericana, en la dinámica social y económica del sureste mexicano? ¿Qué efectos en la seguridad de las personas, sus bienes y la propia infraestructura tendrá este fenómeno? ¿Debe atenderse este fenómeno desde la óptica de la defensa exterior, o sólo como un aspecto meramente demográfico?

¿Qué modelo de seguridad marítima habrá de consolidar el Estado Mexicano, frente a fenómenos asimétricos que amenazan el buen orden en la mar, como la pesca ilegal o el narcotráfico? ¿Qué tipo de medios navales habrán de adquirirse/desarrollarse para hacer frente a los actos de piratería en el Golfo de México, cada vez más recurrentes? ¿Qué fórmula habrá de desarrollar la Armada de México para combinar capacidades en materia de guardia costera y aquellas 100% enfocadas a la defensa exterior?

Si México es un actor que busca posicionarse con mayor fortaleza en el escenario global, ¿cómo se combinarán sus capacidades militares con aquellas de tipo soft o blando para empujar dicha agenda? ¿Debe nuestro país participar activamente en Operaciones de Paz y, si es así, bajo qué premisas doctrinales, estratégicas, operacionales y tácticas?

Una vez que nuestro país logre avances serios en materia de procuración de justicia y seguridad, y los niveles de violencia que padecemos regresen a niveles “aceptables”, ¿qué papel jugará el Ejército frente a la Guardia Nacional?

En fin, estas y muchas otras preguntas -que para algunos parecerán ociosas- debiesen estarse debatiendo ya, con el único propósito de diseñar el tipo de estamento de seguridad y defensa que una nación como México merece y necesita.

 

En las próximas entradas plantearemos algunas propuestas específicas.

One thought on “Escenarios de seguridad y defensa: el debate urgente (primera parte)

  1. Muy buen análisis de un tiempo apremiante que poco se le presta atención… Felicitaciones Christian…

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