Estrategia Naval de EEUU 2020: algunas reflexiones

A fines de diciembre, Estados Unidos publicó su esperada Estrategia Naval 2020, bajo el nombre de Advantage at Sea: Prevailing with Integrated All-Domain Naval Power.

Es importante esta publicación pues, viniendo de la principal potencia económico-militar del mundo, permite conocer cómo ésta percibe el escenario mundial y qué efectos tendrá en el desarrollo y empleo de capacidades navales hacia el futuro.

Me permito resumir ocho puntos que, desde mi muy particular punto de vista, sobresalen de esta publicación:

  • Aunque suele llamársele “Maritime Strategy”, lo cierto es que NO se trata de una estrategia marítima per se, sino de una estrategia naval. Cuando se utiliza el concepto de “maritime” o “marítimo”, uno se refiere al uso dual del mar: económico-comercial y naval-militar. En este caso, lo correcto es referirnos a este documento al nivel de estrategia (quizás incluso de política, pues es muy general) naval, más no marítimo.
  • La estrategia naval 2020 se aleja profundamente de su predecesora de 2015 (A Cooperative Strategy). En aquel entonces, EEUU proponía una visión más liberal sobre el escenario internacional (muy acorde con los principios rectores de la era Obama), donde se resaltaba la cooperación entre los servicios navales (Naval Service es el término que incluye a la Marina de Guerra, Guardia Costera y Cuerpo de Infantería de Marina) y de éstos con aliados y naciones amigas. Se hablaba incluso de la importancia de apoyar a otros países en la creación de capacidades navales para compartir la tarea de “mantener libres los océanos” de amenazas convencionales y no tradicionales.
  • La actual estrategia, por el contrario, refleja una visión mucho más realista desde el punto de vista de las relaciones internacionales, donde se considera a los Estados-Nación como el centro de gravedad del sistema global y, por tanto, los riesgos y amenazas se dimensionan en función de los propios estados. Más allá de la teoría, lo importante de este cambio es la forma en que se minimizan los fenómenos relativos a la Seguridad Marítima (Maritime Security), tales como el narcotráfico marítimo, el terrorismo en y desde el mar, la migración marítima y la piratería. 
  • En este sentido, la actual estrategia pone énfasis en la competencia a nivel Estados-Nación, señalando de forma abierta y clara quiénes son los países que, bajo la visión estadounidense, representan el mayor reto a la seguridad tanto de Washington como del “rules-based global order”: Rusia y China, ni más ni menos.
  • Como todo buen documento a nivel de estrategia, presenta un gran objetivo claro y bien definido, el cual traduzco: [contar con un] poder naval integrado en todos los dominios, balanceando las capacidades propias de cada Servicio Naval, para lograr prosperidad, seguridad y la promesa de un orden libre y abierto en el entorno marítimo”.
  • Posteriormente, el documento continua la tradición estratégica estadounidense de presentar un resumen del escenario político en el que dicho texto se desenvuelve (Landscape). En este sentido, la estrategia señala a China como un poder naval creciente que ha logrado equipararse e incluso superar las capacidades del propio Estados Unidos. Vale la pena adentrarse en el análisis de Erickson Et.Al sobre las operaciones en el área gris que realiza China para avanzar sus intereses marítimos. Comento esto porque la estrategia 2020 se basó ampliamente en este trabajo.
  • El análisis del poderío ruso es también sumamente interesante, pues parece haberse construido bajo la lógica analítica de Corbett. Me explico. Para el pensador y teórico inglés de principios del siglo XX, el poder naval de una nación no podía estudiarse correctamente si no se tomaba en cuenta su relación con la gran estrategia (primordialmente terrestre) de las naciones. Es decir, el poder naval sólo funciona si es capaz de modificar las condiciones político-económicas dentro del territorio. Eso es precisamente lo que la estrategia 2020 señala sobre Rusia, en el sentido de que sus capacidades navales -si bien muy menores a las chinas- son particularmente preocupantes al ser correctamente combinadas con capacidades terrestres y de presión política. 
  • Finalmente, el documento menciona brevemente la importancia de disuadir a naciones como Corea del Norte o Irán de aventurarse militarmente y modificar el status quo de sus regiones. Reciben una mención menor aquellos fenómenos de seguridad marítima comentados con anterioridad, al no ser considerados como verdaderos riesgos existenciales. 

Lecciones para México: conocer la estrategia naval de nuestro vecino del norte es un ejercicio necesario y verdaderamente relevante. Estos documentos muestran los conceptos, lenguaje y perspectivas de las naciones con relación al mundo y sobre cómo ven a sus aliados y enemigos. 

Pero más allá de eso, me quedo con lo que, al menos para mí, es la gran lección de esta estrategia: México, por más que no quiera o no pueda verlo, es parte sustancial del arreglo institucional global, y no puede seguir pretendiendo que las estrategias de otras naciones no tienen un impacto en nuestro futuro.

O parafraseando al gran Colin S. Gray: uno hace estrategia pensando en el contrario, no nada más en los amigos.

Foto: https://www.orfonline.org/expert-speak/are-asian-allies-backing-the-united-states-new-position-on-the-south-china-sea/

One thought on “Estrategia Naval de EEUU 2020: algunas reflexiones

  1. DEFINITIVAMENTE COMO VECINO Y CON GRANDES ASIMETRIAS HISTORICAS DEBEMOS CONOCER Y COMPRENDER LAS ESTRATEGIAS ESTADOUNIDENSES; YA LO DECÌA CLAUZEWITZ: “LA NIEBLA DE LA GUERRA” CAUSA GRANDES CONFUSIONES QUE IMPIDEN CLARIFICAR LA EVOLUCION DE LOS CONFLICTOS…

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s